Me desarmo ante el viento que me entrega libertad constantemente.
Me hago flor, cuando ese gran círculo amarillo se fatiga en mi cuerpo.
Sonrió cuando un niño tropieza, y busca esa mano de madre para protegerlo.
Camino con grandes huellas, hable con el Señor Viento, no se las va a llevar.
Cada día me despego de lo malo que ya se fue, y me mantengo con fuerza por sí quiere que tropiece nuevamente.
Me transformo en pájaro de cielo, volando en un infinito camino, cuando tu mano acaricia mi piel.
Me transformo hoy, mañana y siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario